Volvemos sobre el conflicto en Abancay, es necesario, algunas reflexiones. la población pide 60 millones de soles adicionales y el ministerio de economía podría dar, 20 millones de soles. La posibilidad de reanudarse el conflicto es real si no se llega a un acuerdo. Este hecho merece algunas reflexiones.
Hay un vacío, el PARA QUÉ 60 millones o más o menos, ese vacío nos lleva a ver niveles y responsabilidades.
En primer lugar, estamos en el universo de los Proyectos, condición necesaria para dar o invertir DINERO en algo. En este caso no conocemos para qué proyectos son los 20 o 60 millones. Si por a o b los proyectos requieren de más dinero, entonces, es necesario ver las prioridades, y el orden para hacer los gastos. Ese ya es un vacío en las noticias.
Pero, existe un problema de ámbitos, niveles y responsabilidades. Una mesa de diálogo no es el ámbito para formular proyectos, tampoco lo es una reunión para resolver conflictos, sería incoherente, por tanto es importante distinguir los ámbitos sociales donde se hacen los proyectos, y donde se aprueban.
Los proyectos requieren de un trabajo especializado, de una metodología, que garantice su correcta ejecución. Ahí, el problema, si no se tiene la capacidad de hacer proyectos entonces es inútil pedir dinero.
El otro problema, QUIÉN debe tener la responsabilidad de hacer estos proyectos, las empresas, la región, el gobierno, el pueblo, las organizaciones populares. Aquí, es cuando se comprende los vacíos, las deficiencias, las confusiones.
Ninguna paralización, bloqueo, huelga va producir proyectos, ninguna mesa de diálogo lo hará, los empresarios sujetos al 10 por ciento de comisión (coinmas) harán proyectos mediocres, un Estado que no tiene especialistas en metodología para hacer proyectos con rigor científico, va estar condenado al agujero negro de la política, y a los conflictos
Los periodistas deberían preguntar a los dirigentes, a las autoridades, que piden 60 millones o 20 millones de soles, con qué proyectos cuentan para invertirlos, y, si son sostenibles y rentables y que problemas va solucionar su ejecución.
El trabajo de participación, fundamento del antiguo Tahuantinsuyo, ¿Estará también en la Nueva Civilización que nace? ¿En el nuevo Tahuantinsuyo? Ahora, que la mezcla ha culminado, luego de cinco siglos, es importante dar respuesta a esta interrogante.
Hace cincuenta años, Fernando Belaunde, en un recorrido por los villorrios del Perú Profundo, preguntaba, al ver una escuela, un puente, un camino, ¿Quién lo Hizo? la respuesta: “El pueblo lo Hizo”. Un pueblo no puede hacer lo que no esta en su mente. Y el trabajo de participación está en su inconsciente colectivo, le viene de la civilización del Tahuantinsuyo, unido al trabajo como fiesta y bendición. No serían cuarenta mil, como en la Achirana del inca, pero tenían el mismo espíritu de participación. Esas escuelas o puentes se hicieron con el fundamento del trabajo proveniente del antiguo Tahuantinsuyo.
ANTE UNA PUERTA DIFERENTE
No sé
Si ha pasado mucho o poco tiempo
Tampoco estoy seguro
Porque no pude
Abrir mis puertas
Porque no pude
Abrir mis ventanas
Para dejar volar a mis mariposas
Y dejar cantar a mis pajarillos
No sé
La verdad no sé
Porque no pude
Hilvanar las palabras
Y sembrar estos campos de nieve
Con flores y árboles
Con ríos y mares
Sin embargo
Fueron años de aprendizaje
De ensayar vuelos diferentes
Aunque
Reiteradamente caía
Como ave herida en raudo vuelo
Sin embargo
Sin darme cuenta
Estuve creciendo
Forjando algo nuevo
Ahora
Estoy ante una puerta diferente
Sin atreverme
A tocar
Abrirla o
Introducirme
Temerosos de hallar
Sólo cementerios
Viejas figuras
Viejas formas
Teñidas o acicaladas
Sin embargo
Necesito ingresar en silencio
Ansioso de encontrarme
Con mi nueva creación
César Javier
0 comentarios:
Publicar un comentario