Escribo sobre Marco Arana, no como simpatizante o seguidor ni como enemigo, lo hago sin pasiones. Los motivos: hace un mes, un participante de “Nuevo Tahuantinsuyo”, me envió un mensaje pidiendo contactar con el personaje; hace unos quince días, un joven participante también de “Nuevo Tahuantinsuyo”, me dijo que había decidido apoyar al sacerdote Marco Arana. El suplemento del diario “La República” “DOMINGO” (2009-11-1), le dedica su portada con el título: “Satanizado Marco Arana- ¿AHÍ VIENE EL CUCO”. Y Constantes correos electrónicos masivos invasores, con noticias sobre Arana, han motivado estas reflexiones.
El artículo de "DOMINGO" comete el error, de ubicar a Marco Arana como “centro izquierda”, o “izquierda moderada”, es una manía estas clasificaciones, no indican nada, son vacíos, no dicen nada sobre el personaje. Desde el año 1995, en las “Quince Tesis para Refundar la Política”, señale la caducidad de estos términos, y he escrito diversos ensayos políticos sin necesidad de utilizar estos términos. Por otra parte, hay exageración, decir el “Cuco” Arana, como fantasma cuya aparición provoca miedo, pánico, en determinados sectores, es prematuro, incorrecto, y ambiguo.
Es necesario, comprenderlo en los escenarios informales y caóticos de la política en el Perú, en relación con las tendencias que impulsan la política moderna. En este contexto se hace comprensible la aparición de Marco Arana.
Una de las tendencias mundiales de la política moderna es la ecologista, con los partidos Verdes, se determina a Marco Arana como ambientalista, ecologista sería lo apropiado, por su lucha contra la contaminación de la minería, principalmente en el norte del Perú. Al nivel científico se diferencia al “ecólogo” del “ecologista”, el ecólogo es un científico, con una metodología científica para investigar los ecosistemas, el ecologista no lo es sino un luchador o un político. El ecólogo no entra en la política, no lleva sus hipótesis a validarlos en una votación electoral, que no es el medio de contrastación de sus hipótesis. Tampoco el ecólogo participa en debates políticos, donde las pasiones y los valores predominan. Ubicamos al sacerdote Arana como ecologista, no ecólogo, como un político, sujeto a las reglas de la política, no de las comunidades científicas, tampoco de la comunidad religiosa católica. Su posición es contra la minería que daña el medio ambiente, pero, no menciona a los pequeños mineros, los mineros artesanales, la minería informal, por carecer de medios produce daños al medio ambiente y carece de políticas de responsabilidad social. Si la tendencia ecologista se convierte en dominante en el Perú es posible concebir el ascenso del Partido Tierra y Libertad, que no tiene siglas Ecologistas.
Un hecho, el padre Arana no aparece en las encuestas. Significa: a pesar de ser conocido en los medios, no tiene posicionamiento, o su posicionamiento es ínfimo, en términos de la política moderna no existe en la mente de los ciudadanos en términos de intención de voto. Se considera a Marco Arana un futuro “outsiders”, esta figura es una ficción, sólo se dan aluviones políticos, que encuentran una cabeza o un líder. A estas alturas se dan dos aluviones, como señalo, lo están indicando las encuestas. Que operadores políticos converjan a Marco Arana no significa un aluvión, sino, se están mezclando grupos, y personas heterogéneos. Van a suceder hechos extraordinarios para poder remover o revolucionar el escenario político actual, por el momento la realidad presente del posicionamiento nos da las encuestas. Estaremos atentos, por nuestra, parte seguiremos impulsando la nueva Institución política teniendo a la tendencia de la identidad como la fuerza que lleve al Nuevo Tahuantinsuyo.
A LOS MERCADERES
Has buscado la tranquilidad
Después de soportar
El tintinear de las monedas
Caminaste
Rehuyendo
Unos labios te nombren
Que una mano te asalte por el hombro
Pero no te imaginaste
Que tú caminar
Era un nuevo tintinear de monedas
Un calentar inquietudes
Incubándose iras y pasiones
Así
La tranquilidad
Te parece inalcanzable
Te has alejado
Más, más y más
Hasta hallar playas
Ríos
Bosques solitarios
Sin embargo
Sólo encontraste
Tempestades de pasiones
Silbidos de sobresaltos
Posiblemente
No existe el sosiego para ti
Aunque después de las tormentas
Se apaciguan las aguas
No
Jamás comprenderás
Que la tranquilidad
No es la ausencia de relámpagos
De truenos
Granizos
Huracanes
Tampoco
La ausencia del calor de las muchedumbres
No
Jamás comprenderás que el sosiego
Sólo será
Cuando las ataduras
De la pasión por la propiedad
O la propiedad con pasión
Caigan
Con sus cadenas de temores
Que la tranquilidad
Sólo es
En el viajero sin maletas
Títulos
Ni banderas
Para clavar límites de posesión
No
Jamás comprenderás
Que la propiedad y la tranquilidad
Son enemigos eternos
Y nosotros
Los que creemos en el hombre
Estamos librando
La batalla
Por vencer a la propiedad
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