A LA SOLEDAD
Cuando vemos
Caer el río
Por picachos
Zigzagueante o vertical
Una lejana voz
Parece invitarnos
A la soledad
Cuando
Vehículos
Como monstruos prehistóricos
Oscurecen los caminos
Y las olas humanas
Nos cubren
Con sus aguas saladas
Una lejana voz
Parece invitarnos
A la soledad
A la soledad sin nombre ni par
A recorrer sus abismos
A extraviarnos
En sus selvas
A conocer sus ciudades
En busca de tesoros
Entonces
Nos sentimos
Exploradores
Aventureros
Del mar
De los valles
De los bosques
Del Uno Mismo
Viajeros de sus caminos
Entonces
Hallaremos voces profundas
Manando frescas y cristalinas
Para calmar nuestra sed de paz
Para bañarnos desnudos
Y escuchar la música de los colores
Entonces
Comprendemos
Que en la soledad
No hay hipocresías
Rencores y venganzas
Que la soledad es el mar
Bruñido y sincero del Uno Mismo
En la diversidad de su Ser
Por eso
Cuando cansado de ser en los otros
De ser con los otros
Y caminas solo
Retorna
A tu soledad
A refrescarte en su manantial
De sinceridad inagotable.
César Javier
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