Vuelvo sobre el tema, retrocedo en mis notas, es necesario. Todos los días se debate, políticos, sacerdotes, médicos, dirigentes de la sociedad civil, se pronuncian, los poderes del Estado, se afirma o se niega. vuelvo sobre un tema interminable.
Se debate sobre si la píldora del día siguiente, la píldora de la discordia, es abortiva o no, y, se aduce criterios científicos. Hace falta la visión de un sociólogo, de alguien que reflexiona con criterios científicos sobre la sociedad, o lo social.
El aborto es un problema en sí social, y sólo es médico, o religioso, o jurídico, por ser social. Entonces es conveniente definir el problema en su faceta social primaria.
El aborto es social por ser un fenómeno caracterizado por frustrar, interrumpir, la realización social de una mujer como madre y con la muerte de del nuevo ser, su realización como hijo (madre e hijo son categorías sociales).
No sólo muere socialmente (es necesario diferenciar muerte social de muerte biológica) el ser destinado a ser hijo o hija, también muere socialmente la mujer destinada a ser socialmente madre en relación a ese hijo. Muere socialmente el hijo y muere social mente la madre, esa es la dialéctica de lo social.
El problema en el Perú, con píldora o sin píldora, se produce 300 mil abortos, en la informalidad, muertes no sólo biológicas sino sociales. Estas cifras son, deducidas de indicadores en los servicios de atenciones en salud. Que hace el Estado, la Iglesia, la Justicia, los Legisladores, para impedir estas muertes sociales y biológicas, y hacer que las madres se realicen socialmente con sus hijos, y los hijos se realicen socialmente con sus madres y no se trunquen estos procesos. Ese es el problema en esencia. Si se obvia estas responsabilidades, surgen las paradojas: ¿se deben condenar a 300 mil mujeres por abortar y encarcelarlas? ¿se deben encarcelar a todos los responsables del hecho? Parece ser que el debate no es sobre esto, sino, sobre en que momento debe interrumpirse el proceso, para no ser un delito. No se debate sobre si la sociedad ha tomado las medidas para dar las condiciones favorables para que la madre y el hijo puedan realizarse socialmente sin problemas. Eso no se discute y ese es el problema esencial del aborto: la inseguridad de la mujer, su debilidad económica, su futuro incierto.
Porque en el Perú cada día mil mujeres están sufriendo un aborto, ¿no quieren ser madres? ¿Quieren matar a sus hijos?¿ Son anormales socialmente?, ¿son todas locas?. El problema es complejo, tiene innumerables variables, una es decisiva. Una mujer decide abortar porque ve en la sociedad una selva dominada por el dinero y la propiedad y ve su inseguridad y el sufrimiento de su futuro hijo, no quiere verlo sufrir en una sociedad donde sobrevive y sufre. Ahí, esta el problema.
La base de lo social es la incapacidad, o la incompetencia, todos somos seres incompletos, necesitamos ser remediados o mediados, un recién nacido lo es, nace incompleto para sobrevivir por si mismo, es la madre que le da alimento. Pero, si es la madre también es insuficiente, carece de los medios para asumir su ser de madre, entonces, el problema es doble, para remediar una insuficiencia se requiere que uno sea capaz de hacerlo, pero, si los dos seres son insuficientes, entonces el problema es irremediable, insoluble ¿Quién debe remediar a los dos seres? Entonces estamos recién ubicando el problema en su verdadera dimensión social.
Si la sociedad resuelve el problema social de la mujer, entonces, creo que el problema dejará de ser tal. Mientras tanto, pueden seguir opinando quienes ni siquiera son los actores del drama, sin tomar en cuenta a los protagonistas. En esto la civilización del Tahuantinsuyo fue previsora, no conoció el problema,
POR ESO QUEREMOS UN NUEVO TAHUNTINSUYO
2091
En relación con la familia se pretende, a partir de la hipótesis de la promiscuidad sexual de la horda, negar su existencia, en cierto modo, también por definir la familia unido al matrimonio, al polo de la familia que mantiene el proceso social sexual e impulsa el proceso social estrictamente familiar. Partiendo de estas premisas evidentemente no existiría la familia en la horda ofensiva, pero, la familia como sociedad, resultado de un proceso social determinado, tal como lo definimos en su momento, es una necesidad permanente, su fundamento es objetivo, es necesaria para remediar la deficiencia o incapacidad biológica de los seres vivos al nacer.
2092
La familia no ha sido definida con criterios rigurosos, por ser tan familiar nos parece innecesario definirla o lo hacemos con los prejuicios y sentimientos dominantes en una época. Lejos de esclarecer en su necesidad y fundamento lo embrollan, así, como el matrimonio puede ser concebido sin frutos, del mismo modo, podemos determinar a la familia incluso sin el matrimonio. Por tanto a diferencia de quienes afirman que en la horda ofensiva no hubo familia, en la exposición, por la lógica del desarrollo de la historia de lo social, determinamos con rigor que si hubo familia.
UN POEMA DE CAMINANTE SIN RELOJES
NO SE SI VIVIRÉ MAÑANA
No me importa
Si viviré mañana
Si hoy
Camino lento
En este invierno
Hermosamente bello
No me importa
Si viviré mañana
Si hoy
Camino sintiendo la brisa marina
Besar mi rostro sonriente
No sé
Si viviré mañana
Pero hoy
Quiero deambular por los parques
Mirando
Jugar a los niños
Sin importarme
La marcha de las mancillas del reloj
No me importa
Si viviré mañana
Si hoy consigo
Escribir
Con mi vida
Un poema
César Javier
UN ROSTRO
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