Diario de un Caminante: ETICA Y POLITICA: CASO CROUSILLAT

ETICA, POLÍTICA, HUMANISMO Y

POSICIONAMIENTO: A

PROPÓSITO

DEL CASO CROUSILLAT

Nuevamente los medios de comunicación exhiben el tema de la corrupción, paradójicamente, en relación a un acto humanitario, o un indulto, donde el engaño y la falsificación están a la orden del día. Como el indulto lo da el Presidente del Perú, el caso se complica más, suscitando una serie de dudas sobre e hecho.

Veamos lo esencial. Hace una semana escribí sobre la No vigencia de Maquiavelo, hoy tenemos un hecho que confirma los conceptos expuestos. En una entrevista sobre el tema del indulto, un congresista, dijo que el presidente puede dar marcha atrás pero no por razones “políticas” sino administrativas, y sentenció: “en Política no hay que ser ingenuos”. ¿Que debemos ser en Política?, después de los hechos, estamos ante una clase política en el agujero negro, en el caos, no tiene idea de lo qué es la Política hoy.

El personaje Crousillat fue buscado, capturado, condenado, por actos de corrupción, en otras palabras, por generar degradación social, corromper a la sociedad. El problema, no es un violador común y corriente, su degradación fue en su vinculación con el Poder. El punto relativo a su salud en riesgo, es un punto cuestionable, como lo muestra el debate, No se debe confundir las dimensiones de lo social y lo biológico. Desde el punto de vista biológico, la salud de todos los presos está en riesgo.

Quién da el indulto debe comprender lo señalado, saber que quién indulta a un corrupto puede ser considerado también corrupto. Que el engaño, la falsedad, que caracterizó al corrupto, también lo va emplear para lograr su libertad, al parecer, el fin justifica los medios. Si esto no lo comprende un presidente, no está apto ni preparado para gobernar un país, o es parte de la corrupción.

Un ministro de justicia debe ser el abanderado contra la corrupción, y resulta siendo un operador o tramitador para dar el indulto a un corrupto, es una vergüenza para el Perú, o el ministro es un ignorante, o es otro corrupto. Si es lo primero, no puede ser ministro, está estafando al país, si es un corrupto entonces debe ser juzgado.

Un presidente no puede confundir razones de humanidad y razones de propiedad y de poder. Lo humanitario es para el desgraciado, el pobre, desposeído, no para el poderoso, o el rico. Resulta que el indultado por razones de humanidad, ya libre, trata de recuperar un canal televisivo, que, bajo su propiedad, fue justamente el instrumento de la corrupción. O el presidente es nuevamente ignorante de los intereses que mueven al indultado, o el indultado es parte o una pieza de su juego de poder.

La corrupción en el Perú es un sistema tenebroso, que se reproduce incesante en el subsuelo social, se camufla o disfraza de decencia, de honestidad, pero, es un tejido social anómalo e informe sin utilidad para la sociedad o sin un fin social específico. Un juez que cobra para dar un fallo no es juez es un ladrón disfrazado de juez, de la misma manera se puede decir en las otras categorías sociales, son parásitos con el disfraz social extrayendo la vitalidad al país, eso, debe saber el presidente o es parte de ese sistema.

La política moderna se correlaciona con la ética, es una tendencia, es una ley, ignorarlo tiene sus consecuencias. El caso singular de un presidente, diciendo a los medios de comunicación que lo han sorprendido, o engañado, es fatal para un país. No saber los niveles, y confundirlo, lleva al caos, lo estamos viviendo, por un indulto mal dado.

La lección es obvia, para la política moderna, nunca se debe indultar a un corrupto, el que lo hace está exponiendo a la sociedad a mayor corrupción. Ante la situación o los hechos no hay remedio posible, lleva al caos, si se mantiene el indulto se avala la corrupción y se genera más corrupción, si se retrocede, el problema es peor, se duda y se debate sobre la capacidad para gobernar del presidente.

En el trasfondo del problema del indulto, se puede ver, el proceso electoral 2010 y 2011, y los medios de comunicación, que hasta ahora no producen posicionamiento en el Perú. Si se comprendiera mejor la política hoy, no se cometería actos desesperados. Un partido de gobierno con un candidato ya casi oficial con un 2 % de posicionamiento, es un problema. La ilusión del poder los lleva a imaginar controlar los medios televisivos. De ahí, la jugada Crousillat, que resultó un gran error, puede sepultar aún más al candidato del partido aprista.

Nuevamente la relación entre ética y política, si bien la ética no es factor de posicionamiento, en determinados casos, como el ocurrido con el indulto, puede condicionar e intervenir en el posicionamiento destruyendo al partido aprista. Cuando la política entra en contradicción con la ética los efectos son mortales, esta lección debe tenerse siempre presente.