SEGUNDA VUELTA:
LOS OPERADORES POLÍTICOS:
LA VARIABLE OCULTA
MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y OPERADORES:
Estamos ante el puro fenómeno político, en su escenario de caos, con sus corrientes psicosociales de fobias y temores. En estas condiciones debe plantearse el proceso, determinando la variable oculta, los operadores políticos.
Se sobrevalora la variable del rol de los medios de comunicación, como si tuvieran el poder de decidir una elección y se da cero valor a la variable de los operadores políticos. Los medios sirven para el re-conocimiento de los candidatos, difundir sus propuestas, los resultados de las encuestas y los hechos de la campaña, y, acorde a sus intereses se han convertido en tribunales y los periodistas en jueces y fiscales.
Los posicionamientos, que llevan a Ollanta y Keiko a una segunda vuelta, no se deben a los medios de comunicación, ambos deben sus posicionamientos a los operadores políticos. La verdadera batalla, la lucha por los votos está en el subsuelo social, donde actúan los operadores políticos. Es necesario analizar este fenómeno.
LOS OPERADORES POLÍTICOS: FENÓMENO INVISIBLE:
El problema para comprender el rol que juegan los operadores políticos en la política moderna es de paradigmas, a pesar de ser parte del fenómeno político moderno, los operadores no son considerados por los estrategas, por los analistas, por los periodistas, parecen o son invisibles para ellos, casi nadie los nombra. Sin embargo los operadores son generadores de posicionamientos,
En este proceso electoral de la segunda vuelta se puede comprobar este hecho: Alejandro Toledo trata de dar órdenes a sus militantes para que no hagan campaña por ninguno de los candidatos, so pena de expulsión de su partido Perú Posible, el problema es que en su partido no existen militantes sino operadores y por esta incomprensión entre uno y otro las órdenes de Toledo nadie los acata, caen en el vacío. Los partidos creen tener militantes, en realidad no los tienen, y, bajo este concepto no ven o se oculta lo que realmente se da, la figura moderna del operador político. Pero, a partir de las diferencias entre uno y otro se cometen errores, incoherencias, en estos procesos que llevan a paradojas y sinsentidos y profundizan el caos.
MILITANTES Y OPERADORES POLÍTICOS:
Definitivamente el operador político no es el militante de hace 40 años. La diferencias no sólo son de forma sino de contenido, el militante es en base a una ideología, el operador se mueve por tendencias, por proyectos, o por por dinero, la ideología (si lo tiene) no lo limita. El militante lucha por una verdad (supuesta), al operador le interesa muy poco la verdad, actúa en base a planteamientos simples, no de una filosofía ni de una doctrina. El militante se moviliza por sus ideas, o por su ideología, (llegando al fanatismo) el operador se mueve por un candidato, por lo general lo hace por dinero, demanda una logística para operar y si opera por cuenta propia no necesita tener vínculos orgánicos. Por último el militante está de por vida en un partido u organización, (sale si es expulsado como traidor), el operador político va transitando de una u otra organización, conforme el cálculo e interés de cada coyuntura política. El problema: los partidos se movilizan con la creencia de tener militantes en una realidad política donde sólo existen operadores, este espejismo genera sinsentidos, paradojas. En esta segunda vuelta Ollanta cree tener militantes y Keiko militantes y asalariados, ninguno se percata que sólo tienen operadores.
El operador político a diferencia del militante actúa en las campañas en un escenario diferente, mientras el militante se limita a las plazas, a las calles, donde se desarrollan los mítines y las marchas, el operador es siempre un referente ante un grupo, colectividad, organización, donde ejerce influencia y liderazgo. Mientras el militante responde a la política del pasado donde las campañas se hacen en las plazas, en las calles, el operador responde a la política moderna donde la campaña se hace en las mentes de los electores, esta diferencia, explica las diferencias de comportamientos. El operador político no es un operario, o un obrero haciendo cosas, es un referente, toda persona que tiene cierta influencia sobre un grupo social es un operador. Al operador los individuos del grupo social le preguntan, por quién se debe votar, con su respuesta, por lo general simple, está llegando a la mente de los electores, esta direccionando el voto, su modo de operar es acorde a la política moderna, va a la mente del elector. Los militantes puedes llenar una plaza, o una calle en una marcha, su trabajo puede demandar más esfuerzo pero los resultados son insignificantes para ganar una elección. En esta segunda vuelta, el operador se desperdicia haciendo estas labores tangibles.
EL VALOR DEL OPERADOR POLÍTICA:
Los fenómenos de la política moderna en el Perú son provocados, en condiciones de informalidad, en un vacío de instituciones, por el comportamiento de los operadores. La gran paradoja, el operador político es la variable invisible, inexistente para trazar estrategias. Los aluviones políticos son generados por los operadores, los posicionamientos veloces son producidos por los operadores, las encuestas reflejan el trabajo de los operadores. Estos fenómenos de algún modo los he explicado, especialmente al tratar los aluviones políticos, cuando los operadores generan trasvases masivos, estos fenómenos no podrían ser explicados en base a los militantes.
Si se asigna un valor al operador político en una campaña, no como individuo sino como categoría social, y un valor a los medios de comunicación, ambos tratando de llegar a las mentes de los electores, como corresponde a la realidad política moderna, los hechos revelan que el operador tiene un valor positivo, superior y creador de posicionamientos, los medios hasta ahora no han generado ningún aluvión político, su valor es negativo, destructor, el medio va al candidato cuando ya esta posicionado, cuando no lo ignora, los medios tratan más bien de destruir los posicionamientos de acuerdo a sus intereses, esto lo comprobamos al ver sus titulares.
En los presupuestos de campaña de los candidatos, (que presentan a los organismos electorales), el gasto visible está en los medios, no en los operadores, el rubro operador no aparece como gasto de campaña. El candidato se preocupa y prepara mucho más para sus presentaciones en los medios que en preparar a sus operadores. El resultado: como el medio ataca al candidato, lo único que hace es defenderse o justificarse, hacer concesiones ante los medios, desdibujando, o volviendo gelatinoso, el núcleo de su posicionamiento, es decir, sin darse cuenta está contradiciendo la labor de sus operadores. Este error lo estamos percibiendo en esta segunda vuelta, especialmente con Ollanta Humala.
EL OPERADOR EN EL TRAMO FINAL DE LA CAMPAÑA
En el tramo final de la segunda vuelta se puede prever su final teniendo en cuenta la siguiente consideración. La acción de los operadores va decidir el triunfo de uno u otro candidato, es la variable decisiva.
Por las características de la segunda vuelta los candidatos ya no pueden crecer en posicionamientos, la posición firme de intención de voto llegó a su límite en la primera vuelta, el 32% de Ollanta es su posicionamiento firme, el 23 % el de Keiko. Estos posicionamientos ya no pueden crecer, entonces, las encuestas están reflejando, además de los posicionamiento, fenómenos psicosociales fluctuantes, prejuicios, temores, odios colectivos, donde todo vale. En estas condiciones, la única variable que puede decidir el proceso es el comportamiento del operador como referente direccionando el voto, el operador a diferencia del medio de comunicación llega directamente a la mente del elector, el grupo social le pide, le pregunta por quién se debe votar.
El operador se mueve en base a tendencias, en este caso, estamos ante dos candidatos de la misma tendencia autoritaria, que tratan a atraer a la tendencia democrática, en este intento generan confusión, se vuelven intercambiables los candidatos, sin embargo, la ventaja que tiene Ollanta es de representar a la poderosa tendencia de la identidad, aspecto que no lo tiene Keiko. El operador sólo puede transmitir la tendencia de la identidad si el candidato es coherente, si no lo es se desdibuja la tendencia, su fundamento. En estas condiciones, la capacidad que se tenga de contar con operadores, de potenciar y multiplicar los operadores va ser decisivo para el resultado.
Se puede por tanto, establecer cierta correlación directa cuantitativa y cualitativa en relación a los operadores. A mayor cantidad de operadores mayor influencia en la dirección del voto, a menos cantidad menor influencia de direccionar el voto, a mayor calidad de los operadores mayor coherencia en la dirección del voto, a menor calidad de los operadores menor coherencia en la dirección del voto. Debemos tener en cuenta que la calidad esta en razón de la coherencia del argumento del operador a favor, no tanto en razón de la crítica contra el oponente.
A pesar de todos los errores de la campaña de Ollanta, de sus incoherencias, su triunfo es más cercano por que lo favorece la tendencia de la identidad y, al ser satanizado por los medios, le favorece el voto oculto. Esta proyección se podrá confirmar en breve, el 5 de Junio, con los resultados del acto electoral.
UNA FRASE PARA REFLEXIONAR
EN EL CAMINO
Cortejar a la prensa es como irse de día de campo con un tigre. Aunque disfrute uno del almuerzo, el tigre siempre come al último.
Maureen Dowd
ARTE:FORMA Y COLOR
EROS Y TANATOS
3 comentarios:
Muy interesante tu artículo papá, me ha gustado leerlo! pero al final es un poco optimista. Yo si creo que todos los sectores que apoyan a Keiko (llámese empresariado, medios de comunicación, gobierno de turno, fujimoristas de la década de los noventa, etcétera) tienen el poder suficiente para intentar manipular un resultado electoral. El "plan sábana" que publicó el diario La Primera menciona que parte de los objetivos es el de dar la "sensación de ganadora" a Keiko (con ayuda de las encuestas) para así facilitar el manejo de los resultados en ánforas, actas y en el conteo de votos (estrategias que manejan bien). Y de todas maneras hay que tener en cuenta que no es muy amplia la distancia entre los dos candidatos como para que se les dificulte el trabajo.
Me parece que si Gana Perú no se pone las pilas y hace algún llamado a sus votantes o simpatizantes a defender su voto y fiscalizar la elección para que realmente sea legítima, lo mas probable es que Keiko sea la ganadora estas elecciones.
Y es real que la campaña de Fuerza 2011 se dirige desde la Diroes ya lo comprobaron los periodistas extranjeros.
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