EL CAOS Y FINANCIAMIENTOS DE LAS CAMPAÑAS EN LAS ELECCIONES 2011:

CAOS Y

FINANCIAMIENTOS DE

LAS CAMPAÑAS EN

LAS

ELECCIONES 2011: 

El Caos:

El proceso electoral del 2011 está signado por el caos, manifiesto en incoherencias y paradojas, en escenarios ilógicos y discontinuos  , predomina la incertidumbre y sus actores se mueven en el vacío en función de espejismos. Así, la realidad parece no tener pautas, y es inherente a lo señalado por los futurólogos con la metáfora, la carretera acaba aquí.

Acorde a la teoría del caos, no existe un caos absoluto, como no existe un orden absoluto, todo caos contiene elementos de orden, y, es necesario descubrirlos e interpretar el caos, darle cierta lógica a lo ilógico, coherencia a lo incoherente, deshacer espejismos y mostrar realidades. En cierto modo, esta tarea lo he venido realizando en diferentes ensayos sobre los procesos electorales y, esta vez, trataré de un modo sucinto explicar este tramo ya casi final del proceso, teniendo presente que pueden suceder fenómenos impredecibles.

Debemos tener presente que el caos político se explica o tiene causa. Los desfases, o desniveles, o asimetrías de dos o más procesos, generan vacíos, o caídas en agujeros devastadores. En la realidad social los procesos políticos se producen causando desencuentros de velocidades, de fundamentos, de estructuras, de sistemas. El proceso político casi siempre llega tarde a su vinculación con una economía veloz, el resultado un salto al vacío, caos; un proceso político signado por fundamentos inservibles o caducos, al operar en una realidad sostenida por nuevos fundamentos, conlleva al caos, al vacío; y un proceso político que reproduce estructuras y sistemas sociales del pasado, o en crisis, producir formas, estructuras o sistemas de caos, precarios y vacíos. En el anterior ensayo utilice la metodología de los dos planos para comprender lo inexplicable del presente proceso, es necesario tener presente este criterios para continuar esclareciendo el caos en las elecciones del 2011

La Paradoja de los Financiamientos de las   campañas de los partidos:

En el financiamiento de las campañas de los partidos y los candidatos surgen las incoherencias y lo incomprensible. Desde el plano de la política del pasado, los presupuestos presentados al JNE de los gastos de campaña, nos llevan a paradojas y absurdos.

El presupuesto presentado por los candidatos y partidos que están en los primeros lugares en las encuestas, son 3 a 4 millones de soles, el financiamiento, señalan,  proviene del aporte de sus militantes, donaciones y actividades para recaudar fondos pro campaña. El gasto del dinero obtenido esta dirigido a la propaganda por diversos medios, desde volantes hasta spots en la televisión. El presupuesto de los otros candidatos, en especial de los que se encuentran con posicionamientos microscópicos, es mucho menor en cifras pero semejante en los rubros a gastar. En apariencia parece normal y coherente, legal y formal.

Lo paradójico: en la realidad actual nadie cotiza en los partidos, ya no existen militantes. Lo paradójico las actividades pro fondos no pueden financiar una campaña de 3 a 4 millones,  las donaciones privadas están limitadas por la ley de partidos, y tampoco pueden financiar una campaña moderna. Entonces, surge el enigma del dinero para el financiamiento de una campaña.  Así, surge el  problema de lo  económico de la política en relación a lo ético.

Cómo se puede gastar tanto dinero en una campaña, con financiamientos oscuros. Más aún si los 3 o 4 millones de soles  no corresponden a una realidad política signada por intangibles, donde los gastos sobrepasan los 10 millones. La oscuridad aparente del financiamiento genera el problema ético, desde la política del pasado, una campaña debe financiarse con cotizaciones, activismo o voluntarismo de los militantes, y la realidad nos muestra que  ya no hay militantes ni activismo gratuito. Una respuesta del financiamiento de la campaña es la economía del candidato. Este hecho no anula la paradoja ni el problema ético, un candidato gastando su economía, vendiendo sus propiedades, gastando sus ahorros, lo hace como inversión a recuperar. Otra respuesta es el proveniente de las empresas privadas, Tampoco anula la paradoja y el problema ético.

Si vemos los ingresos económicos de los candidatos a la presidencia la paradoja se torna concreta, Alejandro Toledo no gana  como funcionario, consultor o conferencista, lo que esta gastando en la campaña, El sueldo de alcalde de Lima, de Luis Castañeda, tampoco es base para financiar su campaña, El caso de Keiko Fujimori, su sueldo de congresista tampoco pude ser el fundamento del financiamiento de su campaña, Son ejemplos de la incoherencia, lo ilógico, la paradoja, en el financiamiento de las campañas, sin una explicación coherente estamos en el caos absoluto.

Por el lado de las organizaciones políticas, de sus militantes, nos encontramos con una realidad precaria, de suma pobreza, donde nadie cotiza, ni hay proyectos económicos partidarios para financiar campañas de millones de soles. Este fenómenos se da en Perú Posible, en Solidaridad, en Fuerza 2011, en todas las organizaciones que están participando en el proceso 2011,  sencillamente porque son organizaciones sin militantes, temporales, discontinuas, huecas, sólo en vísperas de las elecciones se llenan. Por tanto, tampoco se puede financiar una campaña moderna con organizaciones vacías de militantes, siin vida económica, la paradoja, la incoherencia, continua.

La explicación, a estos sinsentidos, viene del paradigma de la política moderna, basada en intangibles, porque, contrariamente a la del pasado, establece una correlación directa entre política y economía, también establece una escala de costos de un proceso electoral. En la política moderna lo que más valor económico tiene son los intangibles, no los tangibles. El liderazgo moderno, habilitador, ético, es un intangible invalorable, capaz de dar economía a un partido, si no hay cotizaciones es porque no existe este liderazgo. La complementación entre el partido y la sociedad es otro intangible de valor económico, nadie contribuye a una organización estéril, que no da servicios o no desarrolla proyectos económicos en bien de la sociedad, aquí también fallan las organizaciones. La ética y la honradez unidos a la confianza son intangibles de un valor económico incalculable, donde hay honradez y ética florece una economía sana se genera la confianza para el desarrollo de una economía partidaria, en estos principios también fallan las organizaciones. El conocimiento y la información son intangibles económicos poderosos para la política, desarrollarlos, investigar, procesar información, es la base para la  innovación y las estrategias políticas, para una campaña, en esto también fallan las organizaciones.

Si las organizaciones no funcionan en base a estos intangibles es muy complicado que puedan generar el intangible posicionamiento, decisivo para ganar un proceso electoral. Si hay una escala de costos, en primer lugar está el intangible Posicionamiento, es lo que más cuesta, tiene un elevado costo, pero, también es lo único que cuenta para ganar un proceso electoral, ninguna de las organizaciones invierte en posicionamiento, en sus presupuestos no existe este intangible, sus gastos están en afiches, en spots, avisos, paneles, mítines, pero, no hay gastos en posicionamiento, como no hay para generar los intangibles anteriores. Sin embargo, todos los partidos y candidatos están pendientes de las encuestas, agradecen si los ubica en el primer lugar, o lo rechazan si no les favorece. Es otra paradoja, estar pendientes de las encuestas, instrumento que mide el posicionamiento, sin tener presente en sus costos el posicionamiento, es el caos.

La explicación del gasto de campaña acorde al paradigma de la política moderna es simple, no lo aceptan públicamente los políticos a pesar que lo hacen. En sus presupuestos no existe el gasto en el operador político, en el recurso humano que se tensa para inscribir un partido, para hacer comités temporales, hacer las pintas, y otras actividades propias del ritual de una campaña. En la pollita moderna no existen militantes sino operadores políticos, estos tienen diversos grados y categorías, unos creen ser estrategas, otros expertos en pintas, otros en recoger firmas. Todos los políticos saben que el operador requiere de una colaboración económica, de una suerte de salario. Sin embargo, no aparece este gasto en los presupuestos, como si los partidos se movieran en base a los militantes leales e identificados con sus ideales o ideologías. La paradoja está resuelta, si no hay militantes, o si los hay son tan pocos que sólo generarían posicionamientos 0 o microscópicos, entonces, en  la práctica se está gastando en los operadores y este gasto es posible calcularse, de hecho es mucho más que los gastos en los tangibles, pero, no aparece en los presupuestos, en el caos, hay una doble economía.

Hasta el momentos los candidatos se mueven en el pasado, como fantasmas, pero, lo que les da realidad es  el mercantilismo político. El pasado es de las apariencias, del vacío, realizan todos los rituales  de una campaña con una economía basada en sus militantes sin tener militantes. Se preocupan por las encuestas pero no consignan en sus presupuestos hacer encuestas científicas, es decir, el primer plano del desfase es sólo para justificar gastos y hechos que no coinciden con la realidad, es el caos. En la realidad donde son esenciales los intangibles, se da la mercatización de la política, la política en un mercado más allá de sus límites, se venden cupos para las candidaturas, se reciben financiamientos por debajo de la mesa, se invierte como si la política fuera un negocio, es decir, han degenerado y degradado la política, estamos ante una campaña financiada en forma corrupta, iniciando el círculo vicioso y ascendente de la corrupción estructural y sistémica de la política. Lo preocupante, todos los candidatos y las organizaciones han cumplido con la ley formalmente, en la realidad, tenemos un JNE y la ley como parte del desfase, contribuyendo a la corrupción y el caos.  

El desfase, la mercatización y la corrupción política signa la política en el Perú, explicar las paradojas, el caos, en el financiamiento de las campañas en este proceso 2011, requiere del otro plano de la política.. Es necesario hacer coincidir la política con la economía en un sentido moderno, una economía basada en intangibles, como el conocimiento, requiere una política basada en intangibles, de otra manera vamos a persistir en el caos y las incoherencias.

NOTA: PROXIMAMENTE SE DARÁ EL SEMINARIO:  “LIDERAZGO POLÍTICO MODERNO”, A CARGO DE JULIO DURAND LAZO, AUTOR DE LOS ENSAYOS DEL CAMINANTE SIN RELOJES.

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