Diario de un Caminante: ELECCIONES 2011 ETAPA FINAL: INTERPRETANDO EL CAOS, TRES ALUVIONES

ELECCIONES 2011

ETAPA FINAL:

INTERPRETANDO EL CAOS,

TRES ALUVIONES

1.- Institución o aluvión político, el enigma se resuelve:

El 2008 escribí el ensayo “Institución o Aluvión Político”, a estas alturas del proceso electoral, deja de ser un enigma si va a surgir una institución política o un nuevo aluvión político, o el surgimiento de ambos y la posibilidad de su choque. En el presente, el Perú seguirá esperando sus nuevas instituciones políticas, como los judíos esperan un Mesías.

La nueva institución parecía entrar al escenario bajo los Principios de la Identidad, expresados por el Partido Nuevo Tahuantinsuyo, difundiéndose en su página web, expresando la tendencia dominante de la identidad, errores en el mecanismo de difusión paralizaron el ritmo y la velocidad de sus movimientos (4 millones de visitas), en el momento decisivo. En el escenario electoral del 2011 no estará presente un partido político como institución histórica trascendente.

En el escenario se dan tres aluviones políticos, el primero surgió con Keiko Fujimori, el segundo con Luis Castañeda, ambos desde hace dos años, el último aluvión político ha surgido en estos días con Alejandro Toledo, de hecho es un fenómeno singular que es necesario interpretar.

Podría parecer que los tres aluviones van a chocar violentamente, sin embargo, sólo chocan en apariencia, en los titulares de los medios de comunicación, son choques ficticios, los posicionamientos alcanzados se mantienen, puntos mas o puntos menos.

En el nivel de los intangibles de la política moderna, estos aluviones son paralelos, como si estuvieran separados por murallas invisibles, como si se hubieran dividido las mentes de los electores. Las tendencias están mezcladas, la confusión en este escenario es total, es sólo el nombre de la cabeza del aluvión lo que los separa.

En este escenario confuso, es necesario advertir que la tendencia que llevo al triunfo a Susana Villarán, “la marea democrática de participación” aún no ha surgido, se mantiene latente, se ha retirado de Fuerza Social, dejándolo en su verdadera dimensión.

2.- Los Actores y los Posicionamientos:

Ya están inscritos los candidatos a la presidencia de la republica, en un inicio 13, con la renuncia de una candidata son 12. Al parecer tienen iguales posibilidades, sin embargo, esta visión de una competencia simétrica es una ficción. En una tensión por sobrevivir se han dado alianzas, de 27 posibles candidatos se ha reducido a 12. Los partidos sin posicionamiento han renunciado a tener candidatos presidenciales para pasar la valla electoral del 5%.

Las agrupaciones sin posicionamiento y con candidatos a la presidencia ya están en un agujero negro. Invisibles a los ojos de los electores hacen todas las piruetas y rituales para exhibirse y no los ven. Se cumple así una de las leyes del posicionamiento, lo que no existe en la mente del elector no existe en la realidad, por esta ley, la mitad de los candidatos presidenciales van muertos al proceso electoral.

Todos los candidatos están en campaña. Estos movimientos si carecen de una estrategia de posicionamiento (al parecer ninguno lo tiene) son inútiles, son simples rituales políticos del pasado cuyos efectos son microscópicos, desde la perspectiva del posicionamiento, 6 candidatos van al proceso a certificar su partida de defunción, 3 candidatos son aluviónicos, entre los tres dos irán a una segunda vuelta, otro dejó de ser aluviónico, y otro tiene sólo un 5%, a pesar de aparentar ser la conjunción de una gran alianza.

3.- Posibilidad de un outsider o de un aluvión tardío:

Los candidatos con posicionamientos menores al 1 %, (en la última encuesta son 6, en el rubro otros, con 2.5%) tienen la esperanza de suscitar, un aluvión político, constituirse en lo que los analistas llaman un outsider, e incursionar en la recta final del proceso electoral, el 10 de abril, como un alud, rompiendo todos los esquemas, desintegrando o deshaciendo los posicionamientos de los aluviones ya formados, y ganar las elecciones. Sobre esta posibilidad es necesario reflexionar.

La primera reflexión: la posibilidad de un aluvión tardío es real al circunscribirse en escenarios turbulentos y de caos, con una lógica discontinua. No es novedad en estos escenarios que lo último pase a ser primero, para la teoría del caos es factible. En la práctica un aluvión político tardío se ha dado en las recientes elecciones municipales, con Susana Villarán. En el proceso electoral se produjo una variable, propiciado por el JNE, la exclusión de uno de los candidatos con 20% de posicionamiento, sin esta variable, que he analizado en un anterior ensayo, no se hubiera producido ese aluvión tardío.

La prueba que el triunfo de Susana Villarán fue inesperado aluviónico y veloz , propio de una lógica discontinua, y no producto de una estrategia de su partido, es la reducción violenta, veloz, del posicionamiento en su agrupación, el actual candidato presidencial de Fuerza Social tiene un posicionamiento inferior al 1% compartiendo con otros candidatos un 2.5%.

Para el surgimiento de un aluvión tardío en el proceso electoral del 2011 es necesario se desencadene la marea democrática, tendencia que lo impulso a Susana. Sin embargo, esta tendencia puede permanecer latente y no surgir como marea, para que suceda es necesario que se produzca factores desencadenantes, por ejemplo, la exclusión de uno o dos de los tres aluviones en curso, lo que es difícil, o escándalos de corrupción en tiempo presente.

La segunda reflexión conduce al problema de las estrategias, los aluviones se producen en forma natural o espontánea, así, son inexplicables para sus actores, ni Susana podría explicarnos el fenómeno aluviónico que lo llevo a la alcaldía de Lima, ni Toledo podría explicar sobre su posicionamiento veloz en dos meses. En estas condiciones el aluvión no se va producir por una estrategia. El posicionamiento no está en la mente de los candidatos.

Observamos a 6 candidatos presidenciales, técnicamente muertos, esperando provocar el fenómeno de un aluvión político, sin entender, que el aluvión es un fenómeno puramente mental, de posicionamiento veloz dado en condiciones de informalidad y caos. Tenemos a 6 candidatos esperando que la suerte, como una lotería, le favorezca a uno de ellos, es como esperar la realización de un milagro político.

4.-La renuncia de la candidata aprista:

La presencia de una candidata a la presidencia, como Mercedes Aráoz, invitada, independiente, en el partido del APRA, fue una anomalía, signo de su crisis estructural, en el punto esencial como es la formación de sus lideres, crisis de liderazgo habilitador. El traer una “locomotora” de fuera, para salvar al partido aprista, es como poner una cabeza diferente a otro cuerpo y creer que puede dirigirlo con eficacia. El resultado es una suerte de monstruosidad, de rechazos orgánicos, eso ha sucedido con la suerte de la candidata presidencial del APRA.

El conflicto fue latente desde su gestación, tras las apariencias de un idilio, se unían elementos contradictorios. Unos propios de la política moderna, donde la ética y los posicionamientos son gravitantes, otros propios del desfase de un partido que se mueve en el pasado, de líderes hábiles para ganar elecciones ficticias.

Si se ve el fondo, acorde al posicionamiento, el APRA aportaba un 2 % del posicionamiento y la candidata 3%, (en el anterior proceso al candidato aprista a la alcaldía de Lima por no sobrepasar el 1% lo retiraron). La candidata intuía que no crecía su posicionamiento por cargar el peso muerto de líderes vinculados a procesos de corrupción, en esa tensión, su renunciar era inevitable. El problema es el APRA, sus posibilidades de perder inscripción, no pasar la valla electoral son reales.