CRECE EL ARCHIPIELAGO POLÍTICO EN EL PERU- BALANCE DEL PROCESO 2010

CRECE EL

ARCHIPIELAGO

POLÍTICO EN EL PERU

Balance de las elecciones 2010

El Perú manifiesta escenarios políticos de gran interés para el científico social, permiten ser interpretados con instrumentos conceptuales nuevos, son fenómenos propios de una realidad social radicalmente nueva, de tendencias, de intangibles, de desfases, de crecimientos vertiginosos y derrumbes violentos, de agujeros negros, de mareas y aluviones, así, se han producido en este proceso eleccionario del 2010, y es con esta orientación que voy intentar o ensayar interpretar estos fenómenos.

1.- Crece el Archipiélago Político:

En el anterior proceso electoral regional y municipal de pronto aparece un archipiélago político en el Perú, así lo interpreté en un ensayo dedicado al balance de ese proceso. En ese entonces el fenómeno era aparentemente inconcebible, porque el proceso local fue precedido por un proceso nacional, era de suponer que las fuerzas nacionales ganadoras, con relativos posicionamientos dominarían con su liderazgo el escenario local, sin embargo el resultado fue precisamente lo contrario, son las fuerzas locales que dominan, son un conglomerado de islas que surge,  dibujando el nuevo mapa político del Perú.

Aparentemente inconcebible, e increíble, pero, en la nueva realidad social es coherente y posible de ser interpretado: el triunfo del APRA a nivel nacional, que formalmente los resultados lo presentan como fuerza nacional, en la realidad está en el vacío histórico, el aluvión de Ollanta Humala no se tradujo en una multiplicación de aluviones locales, no fue un aluvión repetible en el proceso electoral local. Quedo demostrado con los hechos, el predominio de la informalidad política, la ausencia de instituciones políticas nacionales, y, el desfase de los partidos. Un inmenso e infinito vacío político nacional, en su lugar un mar de vacío con un archipiélago de islas, islotes, inconexas, tirando cada una de sus propios centros. Veamos cuanto ha variado esta configuración política.

Un indicador para comprender el crecimiento del archipiélago político son los resultados de las elecciones regionales, el resultado es catastrófico, si vemos la región Ancash, como ejemplo, tenemos el siguiente cuadro en relación a los partidos con inscripción nacional que participaron: Siempre Unidos 0.8%, UPP 3.2. %, Acción Popular 0.8, MNI 1.4%, Somos Perú 3.3.%, Restauración Nacional 1.5, Todos por el Perú 0.5%, APRA 8.4%, Perú Posible 4.2%, PAPO 0.4..%, Alianza para el Progreso 9.4 %, Fuerza 2011: 3.2%. O en la región de Huancavelica: Acción Popular 1.7%, Partido Popular Cristiano -PPC- Unidad Nacional 1.2 %, Partido Aprista Peruano 1.7%, Fonavistas del PERÚ 1%,  los otros partidos nacionales no tuvieron candidatos. En Puno, UPP 2.6%, Acción Popular 2.3%, MNI 1.29%, Partido Humanista Peruano 1.78%, Restauración Nacional 4.3%, Partido Aprista Peruano 2.2%, Despertar Nacional 0.45%, Fonavistas del Perú 0.9%. Estos resultados con ligeras variantes se reproducen en todas las regiones, provincias y distritos. El archipiélago ha crecido.

En casi todas las regiones los partidos nacionales son menos que los partidos regionales o locales, el resultado hasta el momento es frustrante, apenas 4 regiones han sido ganadas por los partidos nacionales, estos éxitos no lo convierten en fuerzas nacionales, todo lo contrario, los confirman como islas o islotes con el disfraz de continentes. El archipiélago se confirma, crece, y, el vacío político nacional crece, no hay institucionalidad política, estamos ante un vacío político nacional que va a configurar, de no superarse el 2011, un agujero negro devorador.

2.- El caso lima Metropolitana:

El caso de Lima Metropolitana es aleccionador, lo he seguido de cerca, e interpretado los hechos suscitados en ensayos artículos, no es conveniente repetirlos, sino hacer un balance de este proceso:

Sobre los fenómenos suscitados en el proceso electoral en Lima, como en otras localidades, se dan dos interpretaciones: una con un enfoque de la política desfasada, dada por analistas, politólogos, periodistas, prisioneros de un paradigma sin contenido, sufriendo de parálisis crónica,  que al intentar convertir el escenario en una lucha entre la izquierda y la derecha, sólo han reproducidos quijotadas, cuentos, batallas dadas en sus imaginaciones, y, la interpretación que doy de un proceso configurado por las tendencias, sus choques, la informalidad política, los posicionamientos aluviónicos, el derrumbe explosivo del posicionamiento de Kouri, el surgimiento de un aluvión tardío con Susana Villarán, el cambio de posiciones en las tendencias, y, finalmente, un resultado que aún no se define, pero, ya previsto en mi último ensayo, de un voto escondido en Lourdes, por ser la candidata del escándalo, de la incoherencia y de la frase desdichada, Lourdes genera vergüenza para decir en forma abierta que se va votar por ella.  Se podría escribir un ensayo sobre este comportamiento político errático, Lourdes contra Lourdes, como en otro momento escribí Ollanta contra Ollanta.

Sin embargo, el proceso fue convertido ficticiamente, en la imaginación quijotesca de los analistas y de los periodistas, en una lucha ideológica a muerte, con titulares y afirmaciones descabelladas, en el fondo, fuera de esta ilusión, fue una lucha entre dos mujeres líderes, representando tendencias, Susana la marea democrática, unida a la ética, la otra, a la tendencia autoritaria, reemplazando a Kouri en un escenario complejo.

En la política moderna, de una sociedad fraccionada, en miles y miles de segmentos, donde ya no existe la división de clases sociales de hace medio siglo, la política no puede plantearse como si siguiéramos viviendo la realidad de hace medio siglo, en el escenario real sólo tenemos a dos candidatas que por sus posicionamientos disputan la alcaldía de Lima, diferentes en sus estilos, pero no en esencia, no son de izquierda o de derecha, por que estas posiciones no existen, en un mundo de velocidades, las posiciones espaciales son engañosas, peligrosas. En realidad, tenemos dos candidatas, condicionados por sus respectivas personalidades, que la hacen a una representar la marea democrática y a la otra a la tendencia autoritaria, siendo así, este choque de tendencias, nos permite explicar con mayor objetividad el proceso en Lima.

Cualquier, que sea la ganadora, va seguir las huellas del alcalde saliente, continuar sus obras, y comenzará otras, lo hará con su respectivo  estilo y con propios equipos de técnicos y profesionales, pero, dentro de reglas ya definidas. No puede haber cambios radicales, para ello se necesita un proyecto radicalmente nuevo, y, no es el caso ni de Lourdes Flores ni de Susana Villarán, se requiere de una mentalidad con otros elementos, con un paradigma consustancial a las revoluciones del conocimiento que se suscitan en la sociedad. El “cambio” no es cuestión de palabras o etiquetas es cuestión de paradigmas, mientras las mismas candidatas estén presas de sus prejuicios ideológicos, no es posible aún prever una Lima en un proceso de cambios verdaderamente innovadores.

3.- La tendencia de la identidad en el proceso regional local:

El archipiélago político surge como producto de las tendencias de identidad locales y regionales, los líderes que ganan las elecciones son impulsados por las tendencias de identidad local, regional, no nacional, son impulsados por sentimientos, valores, aspiraciones locales.

Cuando no existen fuerzas políticas nacionales, capaces de subordinar a las fuerzas locales, entonces las fuerzas locales predominan, el resultado a nivel nacional es el surgimiento en cada localidad, o región de fuerzas que carecen de conexión nacional, cada fuerza tiende a su propio centro, lo nacional está ausente. En conjunto, si cada isla tiende a sí misma, entonces, la integración se convierte en un problema estructural y político. El panorama es de fuerzas aisladas, dispersas, sin relación orgánica entre ellas, como un fenómeno de fragmentación política. El escenario para los conflictos está dado.

4.- Las encuestas:

En los procesos políticos modernos las encuestas son necesarias, son los instrumentos para medir los posicionamientos, la intención de voto, sin embargo, cuando los posicionamientos se paralizan como fue el caso de Susana Villarán y Lourdes Flores, por las contradicciones con sus fundamentos, entonces, las encuestas ya no pueden reflejar posicionamiento, se convierten en instrumentos inestables, empiezan a reflejar estados psicológicos sociales, miedos, esperanzas, espejismos, la intención de voto se esconde.

El caso de Lima fue notorio, en el diario La República, el 26 de setiembre del 2010, se da el titular:”El Fenómeno Susana: 53 % del voto válido Es un Vendaval”. Si la encuesta dada hubiera reflejado posicionamiento, no estaríamos en la situación presente, sin saber quien ha ganado las elecciones, así, el 22 de Octubre del 2010, el mismo diario publica el titular: “19 días y no hay alcaldesa”, Esta situación fue prevista en mi ensayo anterior. El caso es que los medios de comunicación con sus guerras ficticias generan ilusiones y proyectan irrealidades.

A las encuestas es necesario verlas como instrumentos, como tales, son útiles para determinar o medir determinados fenómenos, pero, inútiles para otros. Las encuestas dependen de las hipótesis que van a ser contrastadas y subyacen, de sus variables, pero, sobre todo para que sea capaz de medir es necesario determinar correctamente la unidad de análisis, es decir, si es adecuada para proporcionar la información que se pretende obtener con la encuesta.

Una muestra de una total ignorancia de estas premisas son las encuestas publicadas por CPI, en el diario “Correo” el 21 de Octubre del 2010, en este caso jamás van a poder medir el fenómeno de saber quien ha sido el mejor alcalde de Lima en 20 años. No es posible porque la unidad de análisis, el ciudadano limeño de la muestra, no puede brindar esa información, el ciudadano considerado como unidad de análisis no está en condiciones de dar una respuesta adecuada a esta pregunta, estamos ante un fenómeno longitudinal, histórico, no transversal, 20 años es demasiado para que un ciudadano pueda contener la información objetiva y responder. Una encuesta como instrumento de estructura cerrada, sólo puede dar información sobre realidades de corto plazo, el instrumento esta destinado para lograr información en imágenes instantáneas, si a pesar de esto se hace la pregunta, entonces,  las respuestas van a ser siempre desfavorables para los alcaldes anteriores. En estos casos, la encuesta publicada carece de todo valor científico y metodológico, ese 79% que obtiene Castañeda frente al 29% de Andrade y 5.2% de Belmont, no es real, está totalmente sesgado.

5.- Ganadores y perdedores:

En términos de un balance general de las elecciones del 2010, los principales perdedores son los partidos políticos nacionales, se han negado como tales, han reafirmado su vaciedad, su desfase.

Contrariamente los principales ganadores son las fuerzas locales, las fuerzas políticas con identidad local han primado sobre los partidos con inscripción nacional. Es un triunfo contradictorio, desde la perspectiva local es una victoria de su identidad, pero, desde la perspectiva nacional es una derrota de las fuerzas de integración.

Se trata de interpretar esos triunfos locales como si fueran triunfos de izquierda. Este enfoque no tiene fundamento, la beligerancia, la actitud reivindicativa, la protesta ante la postergación y el abandono de los pueblos del interior de país, no tiene nada que ver con conceptos vacios como la izquierda, sino encuentran su fundamento en la tendencia de la identidad local.

La tendencia de identidad no sólo opera en el ámbito general, desde la identidad civilizatoria, sino, también en el ámbito particular o singular de lo tribal y lo local. En el interior de la tendencia de la identidad se dan las tensiones y los choques entre la identidad más extensa y las más pequeñas, si triunfa lo local se produce la fragmentación, el archipiélago político, y si no se dan puentes para integrar a la sociedad las luchas pueden terminar destruyendo la identidad más extensa y con ello a la sociedad.

En el caso de Lima, el principal perdedor fue Humberto Lay, siendo el líder de un partido nacional, desciende a lo local, y pierde en términos notorios, su derrota no sólo repercute en lo local sino en lo nacional En el caso de Lourdes Flores, si hubiera sido derrotada como lo anunciaban las últimas encuestas por 10% y 15%, hubiera sido su muerte política y difícil su resurrección. Tal conforme se dan los resultados, Lourdes Flores gana de todas maneras, si pierde gana, está vigente, puede volver a intentar ser candidata a la presidencia. El caso de Susana Villarán es semejante, el aluvión tardío que lo lleva a posicionamientos elevados, hace que gane de todas maneras, si pierde, lo que parece muy improbable, puede ser candidata a la presidencia y su participación podría alterar el cuadro de los posicionamientos existentes, de ser alcaldesa de Lima de hecho la hace ganadora.

6.- La incertidumbre ya no existe:

En realidad la incertidumbre ya no existe. Esto a pesar de un conteo de votos relativamente lento que hace pensar en las posibilidades de un fraude. En esos márgenes microscópicos de diferencias la tendencia es firme, en ningún momento Lourdes pasa a Susana.

El problema ya no es de personas sino posibilidades políticas, el fraude siempre es posible cuando los resultados son muy estrechos, entonces, la corrupción del proceso, su falseamiento, puede funcionar. Sin embargo en los tiempos actuales un fraude es cada vez más difícil. “La Primera” cada día publica un titular anunciando un fraude a favor de Lourdes Flores, obedece más que nada a su ficticia polarización del proceso como izquierda y derecha.

Si de cálculos políticos se tratara a Susana Villarán le convendría perder, le daría un respaldo popular de solidaridad inmenso para su lanzamiento a la presidencia. Sin embargo, los procesos no funcionan así, los Maquiavelo ya no tienen vigencia en una realidad social que requiere ser comprendida con nuevos conceptos.

La demora en dar los resultados tiene un efecto de inmovilizar fuerzas y decisiones en las respectivas agrupaciones y candidatas, desde está perspectiva la lentitud del conteo de votos, en escenarios donde la velocidad y el tiempo son fundamentales, está convirtiendo en derrotadas a ambas candidatas.

4.- El problema y el desafío para el proceso del 2011:

Las elecciones generales del 2011 tienen el desafío de superar el archipiélago político, con sus escenarios de conflictos. El objetivo es  lograr convertir las islas en un continente, concretando la integración nacional. Para que se haga realidad esta integración es conveniente que la tendencia de identidad nacional, ya suprimidas las tendencias locales en el escenario electoral, debe ser dominante, manifestándose en la aparición de la institución política con un proyecto capaz de integrar a toda la sociedad.

lourdes y susana

UNA PENSAMIENTO PARA

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Ningún día en el que hayamos aprendido algo es un día perdido.

David Eddings.

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